Ignacio no pudo ver los frutos de su evangelización, ¡pero aquí los tuvimos! La visita de estos hermanos ruandeses ha sido una Bendición, y para los que no podemos ir a la JMJ, una ayuda para vivir en la distancia esta peregrinación.
Mª José, me alegra tu comentario, y me hubiera gustado ver alguno más de otro “sanlorenzano”. Ciertamente no podemos saber la cantidad de gracias que Dios derrama cada día sobre nosotros y tampoco sabemos el “tiempo que nos queda…” Ni siquiera si nosotros veremos algún día frutos de lo que hacemos. Por tanto pidamos al Señor que nos enseñe a vivir cada día en santidad. Manolo.
Ignacio no pudo ver los frutos de su evangelización, ¡pero aquí los tuvimos! La visita de estos hermanos ruandeses ha sido una Bendición, y para los que no podemos ir a la JMJ, una ayuda para vivir en la distancia esta peregrinación.
ResponderEliminarMª José, me alegra tu comentario, y me hubiera gustado ver alguno más de otro “sanlorenzano”.
ResponderEliminarCiertamente no podemos saber la cantidad de gracias que Dios derrama cada día sobre nosotros y tampoco sabemos el “tiempo que nos queda…” Ni siquiera si nosotros veremos algún día frutos de lo que hacemos. Por tanto pidamos al Señor que nos enseñe a vivir cada día en santidad.
Manolo.